Aprendizajes...

Comienza una nueva rutina...

Y comenzamos, de repente mi vida se había convertido en algo totalmente nuevo. Una rutina totalmente diferente a la de siempre. ¿Viste David, vos que odiabas la rutina? Ja! ¡ahi tenes, un cambiazo para que no te aburras!

La cosa era simple, a la mañana venian a buscarme dos personas para subirme cual gusano dentro de su capullo (porque como no podía mover las piernas, me tenian que pasar con sabana y todo) a la camilla. Paseabamos por toda la clinica para llegar a la ambulancia. Es muy copado como te mira la gente cuando estas en una camilla.
A mi me pasaba que cuando veia a alguien en una camilla me preguntaba cual sería la historia de esa persona, bueno ahora lo sabia.

Al llegar a la ambulancia comenzaba el viaje. Particularmente me toco hacerme rayos en un lugar que quedaba a 30 minutos de viaje, yo que nunca habia viajado en una estaba como niño emocionado con juguete nuevo. ¿Y el día que prendieron la sirena? ¡JA! ¡Ni les cuento! Me sentía el rey, ver como los autos se abrian de par en par dejandole paso a la ambulancia, era muy bueno.

Luego de esos 30 minutos de viaje llegabamos al lugar donde me hacía rayos. En este caso este lugar se merece un capitulo aparte, la gente que trabaja alli es increíble. Ya el primer día se movieron rápido para que me pudiera hacer la primer sesion de rayos, ya que debía apresurarme para recuperar la movilidad de las piernas.
Desde la recepcionista, hasta los tecnicos y doctores. Todos dando lo mejor de sí, todos con una sonrisa, haciendo bromas, preguntandome de mi vida, preguntandome que música escuchaba tranquilizandome. Y es que fue increible, solo bastó con decir "a mi me copan los Ramones", para que cada sesion de rayos que tenía me recibieran con dicha banda.

Mascara que me ponían para fijarme la cabeza al momento de hacerme rayos.

Mención aparte se merecen los pacientes. Generalmente uno piensa "paciente de cancer, todos convalecientes, tristes, al borde de la muerte..." TODO LO CONTRARIO. Era muy gracioso ver a los viejitos viniendo a su sesion de rayos riendose, saludando a los técnicos, trayendoles regalos, comida. Todo eso te llena de energía positiva. Todo eso te hace enfrentarte a esto de otra forma, ver la vida de otra forma. Y es que asi deberíamos ser siempre;
  
¿por que nuestra vida tiene que ser una queja constante? 

En ese lugar aprendi que hay gente que esta luchando por su vida, gente que perdió un ojo, gente que no podía caminar (yo mismo), gente a la cual quien sabe cuantos meses, años, días de vida les dijeron que les quedan y sin embargo todos entraban con una sonrisa a hacerse el tratamiento.
¿Y nosotros nos quejamos de que? nos ponemos de mal humor porque no puedo comprarme el auto ultimo modelo, porque se me rompió la pantalla del celular, porque hoy fui a la peluquería y no me gustó como me quedó el peinado...
Siempre pensé de esta forma, pero me dí cuenta que no aplicaba lo que pensaba. Me ponía de mal humor si me agarraba un congestionamiento en el tránsito. Me ponía de mal humor si alguien me encerraba con el auto, o si alguien no entendía cuando le explicaba algo. ¿Para que? ¿ De que sirve?
Hoy esta enfermedad me esta enseñando. Y a este punto quería llegar...

El Cancer no es una enfermedad, es un Aprendizaje.

Perdón, suena fuerte. Perdón quizás no piensen lo mismo, pero al menos así lo estoy viviendo hoy yo.
Desde que empecé con el tratamiento hasta el día de hoy, todos los días, aprendo algo nuevo:

• Aprendí principalmente a que no tengo que callarme las cosas. Que si la gente me quiere y me acepta tal cual soy, no tiene por que enojarse si les digo algo. 
• Aprendí que no tengo por que hacerme problemas, amargarme, juntar bronca o lo que sea si las cosas no salen como yo quiero. Simplemente tengo que enfocarme en como quiero que salgan las cosas y las cosas viene solas.
• Aprendí a que en la vida vamos a tener miles de caidas, pero lo bueno de caer y tocar fondo es que solo tenemos la posibilidad de subir (y quedarse en el fondo no es una opción).
• Aprendí que el cuerpo humano es una sorpresa constante. Se adapta, aprende. Se cura, es inteligente.
• Aprendí que esto ultimo no se lograría sin una mente capaz de concientizarse sobre la situación.
• Aprendí que mi vida cambió, que no es ni va a ser nunca mas lo que era hasta ahora. Pero está en mi decidir si quiero que cambie para bien o para mal.

Aprendí mucho, y sigo aprendiendo. Afortunadamente, tengo muchos maestros y tutores. Muchos acompañantes y muchos compañer@s que aprenden conmigo. Aquellas sesiones de Rayos me ayudaron mucho, cientificamente hablando me descomprimieron la médula y la cervical y gracias a eso hoy estoy dando mis primeros pasos con un andador. Psicologicamente hablando me enseñaron que uno nunca se da por vencido si realmente quiere salir adelante, que simplemente está en uno decidir hasta donde quiere llegar. Y Socialmente hablando me ayudaron a ver que la gente quiere ayudarme, no todo está perdido, no son todos malos. Cada uno a su manera pero todos quieren ayudar, y lo hacen.

Bueno, hoy vamos a dejarlo aca...
Resta por contar la "magia" de los viajes en ambulancia y lo importante que eran estos para el tratamiento. La Música, las risas, los conductores y médicos de ambulancias todo eso influía en el humor y hacía pasar el dolor del "post rayos". Pero eso queda para el próximo episodio...

Dante David Attianese.